Llegar a esta gigante ciudad, de unos 20 millones de habitantes aproximadamente (lo que la convierte en una de las ciudades con mayor densidad poblacional del mundo) puede resultar un tanto agobiante. Una ciudad con tantísimos lugares para visitar y recorrer, tan grande que si uno no tiene una mínima planificación sobre qué cosas conocer, seguramente pierdas el día caminando.
Para que eso no te suceda te dejamos la lista de los 6 imperdibles de esta impresionante ciudad.
1. Museo Nacional de Antropología
Este es uno de los museos más importantes de Latinoamérica, ya que tiene salas que exponen desde el poblamiento de América a otras dedicadas a todos los pueblos que componen la cultura mexicana.
Si bien recorrerlo entero puede llevar unas cuantas horas, realmente vale la pena hacerlo. Principalmente para entender un poco más de su historia, de sus orígenes, de la conquista y destrucción de la ciudad de Tenochtitlan. Funciona desde el año 1964 en el Bosque de Chapultepec y posee 23 salas de exposición permanente, especialmente dedicadas a piezas arqueológicas y etnográficas de todo el territorio de México. Es un espacio para disfrutar de monumentales obras, esculturas, tesoros.
Más de dos millones de personas lo visitan cada año y son parte de las tareas de difusión de la cultura prehispánica y de los pueblos originarios de toda la región.
2. Zona Arqueológica de Teotihuacán
La zona arqueológica de Teotihuacán. Aquí se encuentra lo que fue una de las ciudades más importantes de la época prehispánica y que ya se encontraban en ruinas cuando llegaron los aztecas.
El recorrido tradicional consiste en caminar a través de la Calzada de los muertos, subir a las pirámides del Sol, de la Luna y de la Serpiente Emplumada. Entrar al museo y, si vas un domingo, también esquivar cientos de mexicanos, que por ser ese día tienen entrada libre a este tipo de lugares. Un lugar con una energía muy fuerte, que moviliza bastante y hará que siempre recuerdes estas particulares ruinas.
3. Museo de Frida Kahlo
También conocido como la casa azul, fue donde Frida creció y junto a Diego Rivera vivieron durante varios años. Un museo muy completo y entretenido, muy interesante, que repasa la vida (bastante dura) de esta mujer que supo ser la pintora más importante de América del siglo XX. Pero lo que más sorprende, por encima de su obra, fue la fuerza, voluntad e inteligencia, con que esta mujer vivió.
Es imposible pasar por el museo y sus fachadas y no hipnotizarse por su color azul. La casa fue convertida en museo en el año 1958 (pertenecía a la familia Kahlo) tras la muerte de la artista. En ella vivieron Frida Kahlo y Diego Rivera, la pareja que dejó su huella en la casa para siempre. Hay obras de ambos en exposición, pero también se puede recorrer y descubrir el ambiente que determinó muchas de las obras de Frida (la biblioteca, la cocina), una de las figuras emblemáticas de México. La casa, fue también el lugar que la vio nacer, y donde hoy se conservan sus cenizas.
4. Palacio de Bellas Artes y Palacio Postal
En pleno centro histórico de la ciudad de México, no pasará desapercibido éste palacio, el edificio más importante y famoso con fines culturales de la urbe. Se llama Palacio de Bellas Artes, y en su interior (un imponente edificio construido hacia 1934), se suceden escenarios, salas de exposiciones y espectáculos, un centro cultural en todo lo alto. Es la sede de la Orquesta Sinfónica nacional, la Compañía Nacional de Teatro y la Compañía Nacional de Ópera y Danza. Su historia y valor cultural es tal que la Unesco lo declaró monumento artístico. Además funciona el Museo del Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arquitectura.
Muy cerquita del Palacio de Bellas Artes se encuentra el Palacio Postal, y enseguida veras por qué vale la pena conocerlo. Muchos lo consideran uno de los edificios más lindos de todo México. En 1907, cuando se concluye su construcción, abrió como oficina de correos funcionando como tal hasta el día de hoy. En su estilo convergen el plateresco isabelino con gótico veneciano, sus detalles son impactantes.
5. El zócalo y el centro histórico
La plaza de la Constitución, también conocida como el Zócalo, fue construida sobre la que alguna vez fuera el centro de Tenochtitlán. Con sólo caminar unos cuantos metros, se puede pasar de la imponente catedral (construida con materiales de los antiguos templos aztecas por orden de Cortés y que termino tres siglos en terminarse) a las partes descubiertas del Templo Mayor, rodeada de edificios importantes como el Palacio de Minería, el Museo Nacional de Arte, Palacio Nacional, entre otros.
6. Xochimilco
Xochimilco es como encontrar un oasis en el desierto. En medio de la gigante ciudad que te comentamos más arriba se encuentra este mágico lugar donde descubrirás colores que tus ojos no habían visto jamás.
Patrimonio de la Humanidad desde 1987, es ideal para caminar por los pasillos de los mercados llenos de flores, o navegar en medio de los canales adornados con jardines y cortinas de árboles sobre las famosas trajineras (los botes reciben ese nombre), para recordar los viejos tiempos del lugar.